Creación
La creación de este deporte nos remonta a 1930 en Montevideo, año de la primera Copa del Mundo de 1930 organizada y ganada por Uruguay. Los jóvenes se sentían eufóricos por practicar el fútbol sin tener en cuenta el tamaño o el tipo de superficie. Eran pocas las canchas para practicarlo y permanecían llenas, obligando a niños y jóvenes a jugar en las calles y en terrenos más pequeños.
Fue el profesor Juan Carlos Ceriani (fue un profesor Argentino nacido en Buenos Aires), de la Asociación Cristiana de Jóvenes (YMCA) de Montevideo, quien llevó su práctica a escenarios cerrados. Se le ocurrió adaptar las normas del fútbol, combinándolas con reglas de otros deportes como el balonmano, Waterpolo y el baloncesto, a un campo pequeño y duro. Del baloncesto tomó el número de jugadores, cinco por cada equipo, y el tiempo total de juego de 40 minutos; del balonmano el tamaño de las porterías, el balón de escaso rebote y las medidas del campo; y del Waterpolo las reglas referentes al arquero. Inicialmente se le llamó «fútbol de sala» y causó sensación en Uruguay, pasando posteriormente al resto de Sudamérica y extendiéndose por todos los continentes.
Fuente: Fútbol sala – Wikipedia, la enciclopedia libre
Reglamento
el ABC